miércoles, 21 de abril de 2010

Los bares, cerrados


Como todos los taustanos bien saben, desde hace aproximadamente dos meses los bares del pueblo se ven obligados a cerrar todos los fines de semana (exceptuando fiestas y fechas señaladas) a las 4.30 de la mañana.

Esta nueva situación no ha sido bien recibida ni por los dueños de los bares, ni por todos aquellos que los frecuentan. Muchos habitantes consideran que es una medida demasiado drástica, y la hora muy temprana. Además, perjudica gravemente los ingresos de los locales. También se argumenta en contra de esta nueva norma que contribuye a aumentar el número de accidentes de tráfico, ya que los jóvenes, que se ven en la calle cuando la noche para ellos acaba de empezar, van a otros pueblos en busca de bares abiertos.


Sin embargo, los vecinos también merecen un descanso. Durante el pasado año los bares se excedieron en ocasiones de su horario de cierre, hasta el punto en que hubo domingos en que los habitantes de la calle 21 de abril veían salir el sol sin haber pegado ojo. Además, el ruido no es la única molestia de la que éstos se quejaban: el hecho de que los bares estuviesen abiertos a tan altas horas creaba también dificultades en el tránsito por la calle para las personas que salían o que iban a trabajar.

Los locales del municipio están recogiendo firmas para conseguir una prórroga de la hora de cierre hasta las seis de la mañana (hora, aun así, inferior a la acostumbrada).
Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuál es la mejor solución? ¿Puede llegarse a un consenso entre bares y vecinos? ¿Debería permitirse a los bares que estén insonorizados que se mantengan abiertos más allá de la hora de cierre? Todas vuestras aportaciones son bien recibidas, ojalá que este incidente quede pronto solucionado :)

1 comentarios:

Lucía dijo...

La fiesta en Tauste perderá el sentido con esta nueva medida. La tradición que de tiempo ha reunía en nuestro pueblo a vecinos de toda la comarca, desaparecerá sin dejar huella, para caer en el olvido. Dios quiera que Tauste no se convierta, de la misma manera, en un pueblo fantasma, del que los jóvenes, privados de su naturaleza y festejos, decidan alejarse para siempre.

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